Miembros de la asociación Fondo Natural han realizado visitas varios municipios de Aragón afectados por incendios forestales para evaluar el estado actual de la cubierta vegetal.Una vez extinguido el fuego, el principal peligro es la pérdida del escaso suelo fertil, arrastrado junto con las polvorientas cenizas en las primeras tormentas estivales y de otoño.
En la mayor parte de las zonas calcinadas se observa que la vegetación autóctona se recupera a buen ritmo, a pesar de la sequía y la perdida de suelo, y solo 2 meses despues del incendio, en muchas zonas ya comenzaban a asomar diminutos brotes de coscoja, sobre todo en el Monte de Zuera y Castejón, donde subsistía un bosque mixto autóctono.Actualmente miles de coscojas, encinas, espinos, retamas, enebros, pinos carrascos y diversas herbaceas ya cubren el negro paisaje con una alfombra formada de brotes verdes. En los montes de Castejón de Valdejasa (Zaragoza), calcinados en Julio de 2008, se pueden observar crecimientos sorprendentes de más de 1 m de altura en coscojas y encinas.
La situación es muy diferente en los pinares de repoblación de Valmadrid, donde los brotes solo aparecen en las cotas más elevadas, donde se había conservado parte del matorral autóctono, constituido fundamentalmente por coscoja, espino negro y enebro.
Curiosamente la regenaración incipiente en algunas laderas antes pobladas solo por arbustos es muy superior a la de otras ocupadas por el pinar de repoblación, donde quizás los tratamientos selvicolas han eliminado totalmente el sotobosque, limitando la capacidad de recuperación del monte tras el incendio.
Arrasando los primeros brotes verdesActualmente se están cortando todos los troncos de pino quemados en el Monte de Castejón, utilizando maquinaria pesada con un fuerte impacto sobre el terreno y la vegetación naciente, por lo que el estudio continuará en años sucesivos para evaluar sus efectos, no sólo ecológicos, sino tambien sociales.
