miércoles, 7 de septiembre de 2016

Máxima alerta por riesgo de incendio



El mapa de riesgo de incendios publicado por la Agencia española de meteorología no deja lugar a dudas.  Nos encontramos en uno de los periodos más secos y cálidos de los últimos años, por lo que hacemos un nuevo llamamiento a todos los ciudadanos y voluntarios para extremar las precauciones y colaborar en la prevención de fuegos en el monte.

Participa !!!



lunes, 8 de agosto de 2016

Oleada de incendios en Galicia y Portugal

El fuego es un fenómeno natural habitual en el ecosistema mediterráneo, que cuenta con numerosas especies y mecanismos de adaptación al mismo, pero la acción directa del hombre y el calentamiento global hacen que los incendios sean cada vez más frecuentes e intensos y lo convierten en la principal amenaza para la conservación de los suelos y la biodiversidad.

Todos los años en estas fechas las autoridades alertan del máximo riesgo de incendios forestales, ya que las altas temperaturas, la desecación de la vegetación herbácea y el fuerte viento pueden dificultar mucho las labores de extinción de cualquier fuego.

La mayor parte de los incendios en nuestro país se deben a la intervención humana, en ocasiones son intencionados, pero generalmente son causados por accidentes o negligencias como fogatas mal apagadas, colillas tiradas desde el coche en carreteras, chispas en ferrocarril y maquinaria agrícola, etc.

Desde Fondo Natural hacemos un llamamiento especial a todos los voluntarios y amantes de la naturaleza para extremar las precauciones, colaborar en tareas de vigilancia, e informar a los usuarios de espacios naturales para que eviten el uso del fuego o abandonar basuras en la naturaleza.

Durante la primera semana de Agosto un grupo de miembros de la asociación hemos recorrido las costas de Galicia y Portugal, siendo testigos de numerosos incendios activos o de sus consecuencias una vez sofocados.

Video de la campaña "Non sexas cómplice dun crime"


En el cabo Silleiro (foto), hace solo diez dias el fuego ha arrasado una hermosa ladera de vegetación natural donde el mes pasado estuvimos disfrutando de miles de flores que cubrian el paisaje, pero la situación se está complicando en estos dias, sobre todo en muchas zonas donde los bosques autóctonos fueron sustituidos por pinos y eucaliptus para suministrar madera a la industria papelera. Más hacia el Sur, amanecemos en la ciudad de Oporto disfrutando del aroma inconfundible de la madera quemada en las sierras próximas, también pobladas abundantemente por estas especies tan amantes del fuego.

Mientras tanto las autoridades lusas califican este fin de semana la situación de "muy critica" ya que se han declarado más de 200 incendios (5 de gran envergadura) que asolan los montes por todo el país, movilizando a 600 efectivos profesionales y voluntarios.
Leer la noticia en el Faro de Vigo

jueves, 21 de julio de 2016

El bombero voluntario en Portugal, un héroe que debe comprarse su propio casco

El 18 de septiembre de 1868 se creó la primera compañía o asociación humanitaria de bomberos voluntarios en Portugal. En2008, cuando se celebra el 140 aniversario de esta creación, existen en Portugal un total de 436 asociaciones humanitarias de bomberos voluntarios, que movilizan cerca de un millón doscientos mil portugueses, y son los responsables del 80% de las intervenciones de socorro en todo el país. 



El 13 de agosto de 2007 fue publicado en el Diário da República el Régimen Jurídico de las Asociaciones Humanitarias de Bomberos, que abre un nuevo ciclo en la actividad y la historia de estas asociaciones y su voluntariado.

La Liga dos Bombeiros Portugueses, confederación fundada en 1930 que reúne todas las asociaciones y cuerpos de bomberos portugueses, promueve la conmemoración en 2008 del Ano Nacional do Voluntariado nos Bombeiros.



Agencia EFE, Susana Irles

Lisboa, 8 sep (EFE).- Los bomberos voluntarios superan en número al cuerpo profesional en Portugal y se han convertido este verano en los héroes de la lucha contra el fuego.

La mayoría se pagan su propio material, cumplen horarios y órdenes bajo un comando profesional, deben abandonar su trabajo en caso de emergencia y, cuando llega el calor, se convierten en "guerrilleros" contra el fuego.

"Los llamo guerrilleros antes que guerreros porque el enemigo es tan grande que solo podemos combatirlo como una guerrilla", dice a Efe Rui Silva, presidente de la Asociación de Bomberos Voluntarios de Portugal.

Este año sufrieron, además, las consecuencias más trágicas de una violenta oleada de incendios en el país: murieron ocho bomberos, siete de ellos voluntarios y seis jóvenes con edades comprendidas entre los 19 y los 25 años.

Este número de bajas es el segundo mayor de la década, solo superado por los doce que perecieron en 2005, uno de los años más catastróficos de la última década, con 300.000 hectáreas calcinadas, lejos de las 94.000 hectáreas quemadas hasta este agosto.

Para Silva, este verano marcó "un punto de cambio, una vuelta de página" en la opinión pública sobre la política de la lucha contra los incendios en Portugal.

En ese debate, los bomberos voluntarios se han ganado el honor de ser un ejército de héroes del país con pocos recursos: dependen de donativos, tienen carencias de material y repiten turnos de servicio hasta la extenuación en las épocas más difíciles.

En sus comienzos, eran cuadrillas de vecinos que se organizaban en algunos municipios para aplacar el descontrol de las llamas, sobre todo en el norte del país, la zona más azotada por el fuego.
"Era una cuestión de necesidad. Tuvieron que actuar como una organización de la sociedad civil donde el Estado no llegaba. Ahora estamos sobrecargados de servicios", explica Silva.

Con el tiempo, sus funciones fueron ampliándose y pasaron a responsabilizarse del transporte de enfermos crónicos, el servicio de emergencia de ambulancias y el salvamento de náufragos.
A la vez, el número de sus miembros creció y alcanza los 35.000 voluntarios, más que la Liga Profesional de Bomberos, con unos 27.000 trabajadores.

Las corporaciones se organizan a nivel local, en torno a los ayuntamientos, muchos de ellos esparcidos en lugares del interior del país y zonas montañosas a donde los bomberos profesionales no llegan.

Algunas de estas asociaciones de voluntarios cuentan con más de 200 años de historia y en ellas ser miembro del cuerpo se ha convertido tanto en una tradición como en un motivo de orgullo entre los portugueses.

En los últimos años el número de jóvenes inscritos es cada vez mayor, según Silva, y durante las vacaciones estudiantiles de verano son la "parte más visible".
"Es verdad que los jóvenes entran por la fascinación que produce la profesión", reconoce Silva, que a sus 50 años lleva 27 de voluntario.

Las tempranas edades de los fallecidos, de 19 a 25 años, han agitado también el debate de la capacidad y el grado de formación de estos voluntarios, pero el bombero niega problemas en ese sentido.

"Si puede haber jóvenes en el ejército en Afganistán, ¿por qué no pueden estar aquí apagando fuegos?", justifica.

Las críticas tanto de Silva como de autoridades municipales y el Cuerpo Nacional de Bomberos se centran, en cambio, en las políticas de prevención del Gobierno.

El fuego ha sido un enemigo habitual de Portugal, el país europeo más castigado por los incendios forestales por delante de España en la última década, según datos comunitarios.

Pero las embestidas de las llamas no se deben solo a las particularidades meteorológicas adversas de la península Ibérica, ya que la mayoría de incendios se concentra en el norte y no en el sur, mucho más seco y caluroso.

El abandono de los bosques, que otrora fueron una fuente de ingresos de la agricultura, ha dejado en manos de nadie las fragmentadas fincas del norte del país.

La mayoría son tierras cuyos propietarios no están registrados y no se hacen responsables de la limpieza de los rastrojos en invierno.

Para Silva, lo necesario es más "armas" para la guerrilla de voluntarios, "más puestos de vigilancia en puntos estratégicos y más limpieza. Solo nos falta eso". EFE

Direcciones de interés:

jueves, 9 de junio de 2016

Fondo Natural presenta en Zaragoza la campaña de voluntariado contra los incendios forestales

Un año más la asociación presenta la campaña de verano para prevenir los incendios forestales en España a través de la educación ambiental y la participación de los ciudadanos.



El objetivo de esta iniciativa es crear una amplia red de colectivos,  entidades sociales y equipos informales de voluntarios comprometidos con la difusión de carteles y folletos informativos en parajes frecuentados por domingueros, excursionistas, pescadores, etc

También se pretende organizar sesiones o talleres formativos, jornadas y debates con expertos y agentes relacionados con esta temática, y para ello se ha solicitado la colaboración de gobiernos regionales, ayuntamientos y empresas de cada zona donde se van a realizar estas actividades.

Todos los colectivos, entidades y personas interesadas pueden inscribirse escribiendo a
voluntariadofondonatural@yahoo.es

miércoles, 8 de junio de 2016

Los bomberos forestales auguran una campaña de verano "bastante dura"


Declaraciones del portavoz de la Asociación de Bomberos Forestales de la Comunidad de Madrid, Íñigo Hernández, quien ha exigido este martes a la presidenta regional, Cristina Cifuentes, el reconocimiento de su categoría profesional y un nuevo modelo de gestión forestal que abarque los doce meses del año para labores de prevención de incendios ante una próxima campaña que, según ha augurado, puede ser "bastante dura" por las escasas lluvias y las altas temperaturas.

Leer la noticia y Video en ABC

miércoles, 1 de junio de 2016

CAMPAÑA DE LA XUNTA DE GALICIA SOBRE LOS INCENDIOS FORESTALES

La Xunta de Galicia ha puesto en marcha una campaña publicitaria sobre los incendios forestales, concretamente sobre los incendiarios y la búsqueda de la colaboración ciudadana en la lucha contra el fuego.


viernes, 27 de mayo de 2016

El humo del gran incendio de Canadá ha llegado hasta a España

Reuters. Desde el 1 de mayo Canadá está en llamas. Un gran incendio decretado en la provincia de Alberta, que aún no han conseguido sofocar, continúa avanzando y su humo, según ha informado la NASA, ha llegado hasta España.

A su paso, el fuego ha calcinado medio millón de hectáreas y ha obligado a evacuar la población de Fort McMurray, donde vivían 90.000 habitantes, según ha recogido el portal digital Quartz.

Como se puede apreciar en la imagen, las partículas de humo originadas en el incendio (de color azul) han cruzado el Atlántico y han llegado a Europa, más concreto hasta la mitad norte de la Península Ibérica.

Este hecho se produjo el pasado sábado, cuando la nube de humo atravesó España entrando desde la zona del mar Cantábrico hasta salir por el litoral mediterráneo.

Estas partículas también habían llegado, a principios de mes y poco después de que se originase el incendio, a la costa de Florida, en Estados Unidos y, si las cosas siguen como actualmente —cuando los servicios de emergencia no han podido controlar las llamas— es probable que incluso el humo llegue más lejos.

Noticia de Reuters en diario ABC

martes, 10 de mayo de 2016

Los incendios forestales en Canarias

Los expertos destacan su valor como agente regenerador, de mantenimiento y regulador de la dominancia de especies 

Cada vez que se acerca el verano, los gobiernos locales suelen presentar las medidas de prevención contra incendios forestales en su territorio, ya que el aumento de la temperatura y el descenso de la humedad favorecen que surja el fuego. Pero ¿hasta qué punto, superada la natural preocupación que despiertan, son tan dañinos estos siniestros?

En muchos casos, se trata de un «proceso natural» del que costó cierto tiempo darse cuenta de la importancia que tenía. «No fue hasta principios de los 60 del siglo pasado cuando los ingenieros empezaron a revertir la idea asentada de lo maligno de los incendios forestales y convencer a autoridades y público en general de la importancia de este proceso natural», explica José Ramón Arévalo, profesor titular de Ecología de la Universidad de La Laguna, que recuerda que la relación del hombre con el fuego, y su máxima expresión, los incendios forestales, se puede decir que es milenaria.

Pese a todo, la vida de ciudad y el crecimiento de las poblaciones urbanas ha hecho que se perdiese contacto con el medio y que la comprensión de los fenómenos naturales dejase de transmitirse de forma oral. Así es que hace dos siglos, los incendios empiezan a considerarse una amenaza para la vida y la ecología. «Lo que sucede es que se pierde esa visión de conjunto y, debido al aumento de las poblaciones humanas, se considera al incendio también un problema y amenaza para el hombre. Como respuesta a ello se desarrollan tecnologías para evitar la propagación de incendios y el control de los mismos», indica Arévalo.

Este cambio que se dio tan rápido provocó un dramático deterioro de muchos ecosistemas, los cuales empezaron a tener problemas de enfermedades, de dominancia de especies, de mantenimiento y regeneración gracias a que el hombre había eliminado o reducido de forma significativa uno de los elementos básicos de sus procesos ecológicos. «Incluso hay ecosistemas que se han extinguido como consecuencia de la eliminación del fuego como motor del mismo. Es el caso de las praderas altas americanas», subraya.

El reducir la tasa de incendios favorece la acumulación de biomasa y puede provocar incendios de mucha más intensidad y peligro

Los primeros países en adoptar medidas en favor del fuego fueron Estados Unidos, Canadá y México, queestablecieron quemas prescritas y controladas, para intentar emular «la tasa e intensidad de incendios naturales anterior a la perturbación antrópica». Aun así, con datos probatorios de lo cierto de sus conclusiones, sigue siendo, 60 años después, un tema controvertido social, e incluso los medios de comunicación, después de cada gran incendio anuncian a bombo y platillo la «catástrofe ecológica», cuando «lo único que hemos sufrido es una catástrofe humana y social, en pérdidas de vidas y propiedades», matiza el especialista de la universidad tinerfeña.
Las quemas en Canarias

domingo, 1 de mayo de 2016

Cómo prevenir y reducir los incendios forestales

España es el país europeo que más sufre los efectos perniciosos del fuego. La falta de prevención es una de las claves que ha generado un peligroso aumento de incendios forestales, provocados por el ser humano en la mayoría de los casos.



El fuego es un elemento natural que necesita nuestro ecosistema para la regeneración de bosques y montes, pues aporta estrategias rebrotadoras y de germinación tras su paso. Sin embargo, ha dejado de ser una perturbación natural que modela el paisaje para convertirse en una terrible amenaza que en más de un 96% de los casos en España está ocasionada por el ser humano.

La falta de prevención es un problema fundamental. Este factor, junto con el abandono rural y otras dificultades estructurales, ha generado un aumento de incendios forestales altamente peligroso, no solo para la biodiversidad, sino también para la seguridad de la población. Además, la mayor frecuencia e intensidad de las olas de calor y el aumento de las temperaturas contribuye a una mayor frecuencia e intensidad de incendios forestales.

España es el país de la Unión Europea más afectado por los incendios forestales. Otros países del ámbito mediterráneo como Portugal, Grecia, el sur de Francia o Italia también los sufren especialmente. A pesar de este problema de primer orden, no existe una política forestal comunitaria.

¿Qué soluciones hay?

Mejorar la gestión forestal preventiva es clave. Hay que reducir la cantidad de biomasa (con la recogida de leña, una producción sostenible de energía, etc.), siempre teniendo en cuenta el funcionamiento de los ecosistemas y la necesidad de respetar la diversidad estructural del bosque, etc.




Resulta fundamental desarrollar modelos selvícolas (es decir, de gestión de las masas forestales) que tengan en cuenta el cambio climático y que, además de imitar al máximo el funcionamiento de la naturaleza, favorezcan la diversidad genética y específica y reduzcan la densidad de arbolado. Así nuestros bosques serán menos vulnerables a los incendios, plagas, enfermedades como la seca, etc.

martes, 12 de abril de 2016

Los incendios abrasaron en 2015 el doble de monte que el año anterior

Tras dos años de alivio, el fuego quemó, de nuevo, por encima de las 100.000 hectáreas de suelo forestal en España

Se confirma la tendencia de grandes incendios menos numerosos pero de "alta intensidad": solo 15 siniestros causaron más de un tercio de la destrucción

Los bosques fueron los grandes afectados, ya que las masas de árboles que ardieron pasaron de 9.000 a 33.000 hectáreas en 12 meses

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Tras dos años de alivio, los incendios forestales regresaron con fuerza el año pasado. El balance final de 2015 muestra que se abrasó más del doble de monte que en el ejercicio anterior. La superficie quemada se fue a 103.000 hectáreas, según el informe del Ministerio de Medio Ambiente.

2014 fue un año especialmente benigno pero, aun así, el salto en 2015 ha sido muy grande. Ha bastado con que el verano calentara con fuerza, fue el segundo más cálido desde 1961, para multiplicar los incendios, que han pasado de 9.700 a 11.900. Esas 103.000 hectáreas –por las 46.000 de 2014– rozan la media de la década.

Los dos años anteriores habían sido dos de los mejores de la historia respecto a los incendios forestales. "Esta pequeña tregua se debe, en gran parte, a condiciones meteorológicas", ha analizado la organización WWF-Adena. Además, explican que se ha avanzado mucho en "los dispositivos de extinción" que han conseguido que muchos incendios se queden en conatos (menos de una hectárea de extensión) y que no se llegue a siniestros de grandes dimensiones. Pero, añaden, este modelo no podrá mantenerse mucho tiempo: "Las altas temperaturas y las perturbaciones climáticas extremas" van a provocar "episodios catastróficos que superen los dispositivos".

Algo de eso ya se observó en 2015. Unos pocos incendios han arrasado grandes superficies durante varios días sin poder detener el avance del fuego. El informe del Ministerio de Medio Ambiente registra 15 grandes incendios forestales (GIF): los que superan las 500 hectáreas. No son un número desorbitado. De hecho, está por debajo de la media de la última década, situada en 26. Sin embargo, han sido devastadores. Solo esos siniestros han calcinado más de un tercio de todo lo que ardió el año pasado: casi 40.000 hectáreas.

El incendio de Quesada (Jaén) se llevó 9.000 hectáreas; el de Luna, en Zaragoza, unas 8.400. En Quintana del Castillo (León) se abrasaron 2.100 hectáreas de monte. Los tres se declararon el mes de julio. Un mes "extremadamente cálido" con una temperatura media 2,5 grados por encima de la media. En aquel julio "el más cálido de la serie histórica", según la Aemet, hubo diez grandes incendios. "Menos frecuentes, de alta intensidad y mucho más destructivos", como los define WWF. "Son imparables", explicaba a eldiario.es el portavoz de la Asociación Nacional de Bomberos Forestales, Íñigo Hernández, "por la gran masa forestal de la que se alimentan y las temperaturas". Un ejemplo, el gran incendio forestal de Quintana del Castillo avanzó a un ritmo de 86 hectáreas a la hora: fulminó 1.086 árboles en poco más de tres días.
Miles de árboles

Más allá de las grandes cifras sobre terreno afectado, en el curso pasado, las llamas se cebaron con los bosques. La superficie por donde avanzan estos incendios se denomina "forestal" pero no implica necesariamente árboles (algo más de la mitad del suelo forestal está arbolado en España). Pero en 2015 el fuego sí ha atacado a estas masas vegetales al arder hasta tres veces más bosques. Miles y miles de árboles como los pinares de la Sierra de Gata en Extremadura o los alcornoques desaparecidos en Lújar (Granada).

Además, una vez pasado el verano, el fuego no se detuvo ni mucho menos. Desde el 30 de septiembre hasta final de año ardieron miles de hectáreas en el otoño y el arranque del invierno. De hecho una oleada de incendios en el norte de España llegó a contabilizar hasta 200 siniestros simultáneos en Cantabria, Asturias, País Vasco, Galicia y Navarra. Sin ir más lejos, el último gran incendio de 2015 se registró en Boal (Asturias). Era el 19 de diciembre y arrasó 2.554 hectáreas.

martes, 1 de marzo de 2016

Dos detenidos y 12 imputados por la oleada de incendios de Asturias

Tras los fuegos, que afectaron a 15.000 hectáreas, están quemas agrícolas

La Guardia Civil ha dado por concluida la investigación de la oleada de incendios que afectó a Asturias durante el mes de diciembre pasado y que causó una gran alarma. La investigación se ha saldado con dos detenidos y 12 personas puestas a disposición judicial en calidad de investigadas (una figura antes llamada imputación).

jueves, 18 de febrero de 2016

Mapa del riesgo de incendios forestales en España


La Agencia española de meteorologia - AEMET, publica diariamente en su página web un mapa de riesgo de incendios forestales.




viernes, 1 de enero de 2016

Más de 100 incendios queman los bosques del norte de España en pleno invierno

Más de un centenar de incendios arrasan en estos momentos los montes del norte de España, concretamente, de Cantabria, donde esta tarde permanecían activos un total de 65 fuegos de los 83 que han llegado a coincidir, y de Asturias, donde se han contabilizado 62 fuegos, de los cuales 23 estaban controlados esta tarde.

También se han originado focos en el País Vasco y Navarra. Los bomberos trabajan a destajo, si bien las fuertes rachas de viento, de hasta 130 km/h., están complicando las labores de extinción.